/NO DEBEMOS ESPERAR TODO DEL ESTADO

NO DEBEMOS ESPERAR TODO DEL ESTADO

“No preguntes que puede hacer tu país por ti, sino que puedes hacer tú por tu país” (John F. Klennedy)

La política sanitaria contra la Pandemia hizo cargo, fundamentalmente en la actuación sustancial del Estado para afrontar la crisis global.

En materia de provisión y suministro de vacunas el Estado concentró la compra de las dósis, relegando toda participación del sector privado en la materia.

Al contrario de las previsiones en cuestiones de la gestión de los virus de las gripes anuales, donde concurren habitualmente el Estado, con la asistencia a los sectores vulnerables, las Obras Sociales y los privados de cualquier índole, por la gravedad de la situación pública ponderada, el rol activo lo asumió exclusivamente el Estado.

El resultado es una pobrísima disponibilidad de vacunas, sujetas a la exclusiva voluntad del Jerarca, con torpes distribuciones acreditadas y materia de investigación penal.

Es cierto que la falta de dósis suficientes es una cuestión de naturaleza mundial, pero en la Argentina se agrava por el absoluto impedimento generado para la intervención del medio privado.

No se trata de una cuestión exclusivamente de sanidad pública e igualdad de oportunidades en el acceso a las vacunas, sino de una exposición ideológica del modelo de país que pretende construirse.

Los privados son los causantes de todos los males y el Estado protector es quién repara las desigualdades, de origen y del desarrollo del sistema.

Conclusión, hasta el Presidente, vacunado por la doble dósis de la vacuna, ha contraído la enfermedad.

El relato se desploma en la vacunación de unos pocos, con gestiones militantes que derivan en la aplicación de una de las dos dosis hasta que Rusia y China lo permitan.

Las explicaciones de los contratos estatales fracasados con otros proveedores son insuficientes y el supuesto multilateralismo de las negociaciones no tiene respuestas positivas.

Solamente la asignación del Covax y el resto producto de la alineación internacional pregonada.

El mundo está en una emergencia de salud pública sin precedentes y seguramente se tomarán decisiones internacionales de similar especie.

El comercio actual de vacunas no registra, supuestamente, ventas comprobadas en el sector privado.

Las negociaciones dominantes son de las empresas con el sector público y las que se viabilizan a través del Covax y otros organismos internacionales.

Incluso, la disputa llega a extremos inusuales entre la Comsión Europea y el Reino Unido, con un “Mecanismo de Autorización y Transparencia” para exportar.

Limitan claramente las salidas del bloque y estudian el derecho a la propiedad de las patentes, en análisis de futuras expropiaciones, por razones de utilidad pública, o caminos novedosos para abrir las fórmulas.

En definitiva la O.M.S. lucha a tiempo partido para lograr acuerdos de comercio y de propiedad intelectual que garanticen la inmunidad colectiva.

El objetivo sería la declaración de la vacuna como bien público global y al alcance de todos los países.

Mientras tanto, el sector privado puede jugar un rol trascendente, saltando las limitaciones de la exclusiva y excluyente intervención estatal.

La apuesta de la política pandémica del gobierno ha sido poner todo el esfuerzo en el ámbito estatal.

La Ley 27.573 y el Decreto del P.E 260/20 se refieren a la compra de las vacunas solamente por parte del Estado.

En cuanto establece las cláusulas de inmunidad y confidencialidad, refiere que idéntico tratamiento recibirán las vacunas que “eventualmente” puedan adquirir las Provincias y la Ciudad de Buenos Aires (art. 6, última parte).

Sin determinar una prohibición expresa a los privados, bien vale una aclaración respecto a que nada interfiere respecto a la actividad de dichos sujetos en la adquisición, suministro y comercialización de las vacunas

Es la apertura de la libre intervención y concurrencia, en procura de obtener una mayor eficacia y despejar cualquier sospecha de una desconfianza a la participación del sector privado.

El monopolio estatal para garantizar igualdad en el suministro ha fracasado, ya que solamente muy pocas dosis se obtienen y su administración, al menos tiene graves sospechas.

Es necesario modificar la política sanitaria en este aspecto, reclamando una activa participación

Brasil ya le permite a los privados intervenir en la importación y la comercialización.

Son muy claros los objetivos y los resultados pretendidos con dicha determinación:

1. La venta en las farmacias, como la vacuna de la gripe común, permite participar a las Obras Sociales y a los privados en general.

Luego se articulan sistemas de reintegros y/o pagos al beneficiario.

2. Liberan cupos de la asignación estatal que se vuelcan a a los sectores vulnerables.

3. Aumenta el ritmo de vacunación.

4. Evita las excursiones privadas de vacunación a otros países.

5. Ingresos estatales por impuestos de dicha actividad.

6. Acelera el ritmo para la inmunidad de rebaño.

La cuestión ha sido explicada recientemente por Christian Alberto Cao, en su artículo del diario La Nación del 2/04/2021.

La emergencia necesita medidas acorde a las urgencias que la situación amerita.

Todas las energías deben ser puestas al servicio de la importación y distribución de las vacunas.

El sector privado debe ser convocado para poner en juego su potencial.

El Estado siempre se reserva la regulación de la actividad en la protección y asistencia del bien supremo de la Salud Pública.

La afección Presidencial debe ser un punto de inflexión para realizar la amplia convocatoria.







NOTA AGREGADA: 8/04/2021

El Jefe de Gabinete, , Santiago Cafiero, acaba de declarar, con motivo de las nuevas restricciones fijadas por el Presidente de La Nación, que la compra de vacunas no está permitida únicamente para el Estado Nacional.
Las Provincias y la ciudad de Buenos Aires pueden hacerlo. Eso no está prohibido en la Argentina. CUALQUIERA QUE SALGA HOY AL MERCADO A COMPRAR LAS VACUNAS LAS VA A CONSEGUIR.

Celebramos una aclaración indispensable para el combate integral de la Pandemia. Excelente aclaración del Jefe de Gabinete.
Manos a la obra entonces.