/EL PLAN PLURIANUAL Y EL VAMOS VIENDO

EL PLAN PLURIANUAL Y EL VAMOS VIENDO

            EL PLAN PLURIANUAL Y EL VAMOS VIENDO

            Luego de los resultados electorales, el Presidente, anunció el envío al Congreso de un plan económico plurianual, cuestión insistente con una propuesta similar anterior del Ministro de la Deuda, que fracasara sin dar a luz por los embates de Cristina.

            Han pasado varias semanas, incluso más de un mes, sin que se reporte la existencia de dicha iniciativa, a pesar de la tregua pactada en la coalición oficial para enfrentar los tramos finales de la incierta negociación de la deuda externa con el F.M.I.

            Las dificultades de la existencia de un plan se originan en la falta de consensos en el seno de la alianza gubernamental.

            Los conflictos entre Alberto y Cristina representan los matices que pintan la economía de los sectores peronistas y kirchneristas y las variables de las metas fiscales, tarifas, mercado cambiario, intensidad del cepo y de la intervenciòn del Estado en la Economía.

            Cristina no pudo imponer en las negociaciones externas:

  1. El reconocimiento pretendido en torno a la ilegitimidad del préstamo otorgado al gobierno de Mauricio por la supuesta violaciòn de los Estatutos del Fondo.
  2. La baja sustancial de las tasas.
  3. La considerable extensión del plazo de pago en varios años, quitas y esperas.
  4. Disciplina fiscal relajada.

Las negociaciones se encuentran estancadas y muy cerca de algún arreglo que evite el Default, pero sin mayores matices que pasar los compromisos en el tiempo.

Una vez más la Argentina se debate entre dos modelos de país:

  1. La posibilidad de transitar una economía de mercado integrada al mundo.
  2. Continuar con una economía cerrada para abastecer el mercado interno y tratar de vivir con lo nuestro (Aldo Ferrer dixit).

            La postura oficial, con distintos matices en el grado de intervención estatal, se inscribe en esta segunda opción.

            El problema es que aún en dicho espacio tampoco hay consensos para adoptar una postura ante el F.M.I.

            La primer gran dificultad para encontrar el Acuerdo Externo es la falta de unidad en el frente interno de la coalición gobernante.

            Fracasadas las posturas de Cristinas, no existe resignación y se mantiene la capacidad de veto.

            En las usinas cercanas a Alberto, el plan plurianual anunciado es un eufemismo para señalar al acuerdo con el F.M.I.

            La propuesta se basaba en el entusiasmo de encontrar un final razonable y justo para las negociaciones.

            No existe una aproximación cierta con tales resultados. 

            EEUU no juega el rol fundamental y decisivo que la oscilante y claudicante política exterior argentina le reclama.

            Las postales de Nicaragua, con prófugos iraníes imputados de terrorismo internacional incluídos, no le sientan adecuadamente a los vecinos del norte y Alberto se desangra en un reclamo de asistencia que no tiene escuchas.

            Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, sale al rescate de su discípulo Martín Guzman e invoca el milagro argentino para justificar la política económica, en una teoría de muy dificil comprensión para el escenario internacional y que despierta una mueca de sonrisa incierta en nuestro ámbito interno.

            Curiosidades de los economistas, sus negocios internacionales y del supuesto capitalismo sin plan y con mucho intervencionismo.

            La Argentina, consumado deudor serial, lleva nueve (9) Defaults y luego de dos años de negociaciones, se estrechan los vencimientos con notable acumulación en el próximo mes de marzo.

            Los políticos no terminan de entender que es un problema común y que deben encontrar bases para acordar políticas de estado.

            Alberto, una vez más, se prolonga en el “Vamos viendo”.