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EN CAIDA LIBRE

EN CAIDA LIBRE                    

Luego de muchos cabildeos, titubeos y devaneos, Alberto decidió evitar riesgos innecesarios y prescindir de una convocatoria formal a un acto para conmemorar el Día de la Lealtad en la Plaza de Mayo.

En su reemplazo, dispuso una invitación para concurrir a las plazas en tono festivo y evocar la gesta histórica.

Sus temores obedecían a la falta de garantías en torno a los ganadores en el escenario y el uso de la palabra.

Aún en el mismo epicentro de la reunión, en la propia Plaza de Mayo, en las conversaciones e informaciones ministeriales, se destacaba la concurrencia presidencial para cerrar el mitín.

Luego del reciente acto en el estadio de Nueva Chicago, el asesor estrella Catalán, Antoni Gutierrez Rubí, comprometido con la estrategia del “SI”, para recuperar la cercanía del Presidente con la gente, limitó intervenciones de tal especie y rescató el contacto directo y personal con la gente.

El hábil Concejero pudo escamotear la presencia de Alberto, pero no tuvo suerte con las fantásticas apariciones de los ilustres concurrentes, ni tampoco con el contenido del mensaje emitido desde la tribuna.

Hebe de Bonafini, Amado Boudou y Roberto Paradel coronaron el uso de la palabra, con críticas al Presidente y fuerte tono Cristinista contra la política económica y las negociaciones con el F.M.I.

Los discursos y los personajes representan cabalmente una vereda extrema del horizonte político y se dirigen al electorado fiel y militante del espacio.

Ha sido un derrame notable de agresiones y tiempos borrascosos que recuerdan los excesos y el abuso del discurso único.

Una foto del presente cruel y del pasado mas sombrío.

A los fines de la colecta electoral y la ampliación de la oferta, un dechado de contrasentido y aislamiento.

Patético testimonio de intolerancia, autoritarismo y visión sesgada de la realidad, con un discurso exclusivo y excluyente.

El desconocimiento del otro y la invocación del conflicto permanente como método de acción política.

Boudou con su colección de condenas penales los lleva sin escalas al abismo del desconcierto y la colisión.

Baradel representa al sindicalista desconcertante, adalid de los chicos fuera de la escuela y del privilegio gremial.

El Jefe de Gabinete de la Provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde, acomete en la plaza con graves insultos para Macri y su madre, en un ingreso penoso, grotesco, patético y cruelmente indicativo del desborde y el espanto, típica expresión de los Barones del Conurbano mas profundo.

Axel, abrazado a Baradel, derrapa sin tropiezos en su caída estruendosa.

Extraordinaria combinación de fatalidades para dispersar votantes y favorecer una pavorosa huida con rumbos mas apacibles.

Desatino y estupor por doquier.

Cual es el destino del Frente de Todos con semejante caterva de oradores.

Nadie pone límites al disparate.

El ilustre concejero Catalán no puede encontrar paz en sus consignas.

Un Frente que, supuestamente, representa una amplia coalición es dominado por un discurso cerrado, militante, extremo, que divide y espanta aún en su propia tropa.

Cual es el destino del peronismo en un cuadro de tal naturaleza.

El crédito electoral de los sectores que acompañan al Frente de Todos se sumerge en una debacle que desfila en caída libre.

Es todo extremadamente absurdo y llamativo.

Los peores personajes ganaron el escenario y no trepidan en su colección de daños sobre sí mismos.

Alberto, tuvo que volver sobre sus pasos, en camino al acto, ante tantas fechorías.

Cuando gana con tanta impunidad el absurdo, el comportamiento es al menos llamativo y asombroso.

Asistimos a una fotografía del horror y el escándalo de los peores tiempos del peronismo, con una exposición notable e impúdica del desborde irrespetuoso e irracional.

Acometen un suicidio en defensa propia.