ES SIMPLEMENTE UNA CUESTIÓN DE PLATICA
Con un estilo diferente al personaje central de la serie colombiana que inmortalizara al “Patrón del Mal”, pero emulando con los mismos esmeros la asignación de trascendencia al vil metal, la “Platica” ha sido puesta en juego de manera fundamental por el candidato a diputado nacional del Frente de Todos, Daniel Gollán.
En efecto, en una recorrida con vecinos, se hace cargo de un comentario relativo a que: “Con un poco más de platita en el bolsillo”, hubiere sido diferente el impacto, con referencia a la conmoción producida por las fotos y videos del cumple años de la primera dama.
El reinicio de la campaña encuentra a los candidatos oficiales con una reedición de los tropiezos ocurrentes y ahora, a la picaresca bondad de las facilidades para “garchar” que brinda el peronismo, el experto en cuestiones sanitarias opone la plata a la salud, en una encrucijada jocosa y penosa por igual, pero de tintes dramáticos y patéticos.
El gobierno deberá estrechar el cerco sobre sus propios candidatos y ajustar las marcas para disciplinar la palabra y el escenario confuso que transitan.
El ex ministro de salud escala en los desvaríos y lo hace solo y de manera gratuita.
Tremenda reflexión, compartida sin reparos, en tono de campaña y carente de reservas.
Asigna al dinero, la “Platica”, en la ficción novelesca, un rol fundamental para modelar la voluntad de los votantes.
En los mismos términos que el Presidente, al ensayar su defensa judicial del trágico evento fiestero en la residencia oficial, apelan al dinero como método de saneamiento de los horrores de su gestión y abusos pandémicos.
Alberto ofreció la mitad de su sueldo por cuatro meses, como donación a una ONG, para disipar sus culpas y el candidato considera que, más dinero en los bolsillos de la gente, hace que las cosas se vean de una manera distinta.
Simplifica con la economía las causas de la debacle electoral. Es la madre de todos sus problemas.
Desprecia la decisión popular y subestima la gravedad de las conductas de los funcionarios, entre los cuales se encuentra signado como responsable directo del fatalismo trágico padecido.
La candidata principal, Victoria Tolosa Paz, todavía no emerge a la superficie, luego del tropiezo y el desprecio que le destinara Cristina en pleno escenario, la noche de la derrota electoral.
El gesto fulminante y la mirada fatal la congeló en sus esfuerzos y busca recomponer la figura para retomar la aventura, ya con otros ánimos y ofertas. Aspira a una mejor compostura para volver al ruedo.
Ambos deben tomar mayores recaudos y tendrán que tener mucho cuidado de sí mismos en el tramo final de la campaña.
Cuentan ahora con el esfuerzo y la arremetida de los Intendentes peronistas que tomaron el gobierno de Axel y la inestimable colaboración de Aníbal para sumar, fundamentalmente en los que estuvieron ausentes en el acto comicial.
Curiosos ingredientes para la gesta revolucionaria Cristinista.
La Liga de Gobernadores Peronistas Feudales del norte del país, coordinados por el Jefe de Gabinete Manzur; Los barones del Conurbano que se suman al proyecto de Máximo e intervienen la administración de la Provincia de Buenos Aires; y Aníbal, al amparo de los antecedentes de sus 22 cargos públicos, constituyen activos tóxicos para los sectores moderados e independientes de la sociedad.
Todas ellas juntas son razones que invitan a no votar a los candidatos oficiales.
La pintura oficial queda al desnudo, sin matices y carente de velos. Es una convocatoria al peronismo histórico y al fundamentalismo.
En términos cinematográficos, toda una “Armada Brancaleone” de la política, pero sin Vittorio Gassman para darle vida y sentido al extraordinario hallazgo y con una partitura y personajes del más precario reparto.
La memoria colectiva no puede perdonar la horrible gestión pandémica, los nefastos privilegios de la casta política oficial esgrimidos impunemente, el encierro extremo, las fiestas privadas y las espantosas consecuencias económicas para todos aquellos que no dependen de los favores del Estado.
El derrame presuroso del dinero, las gabelas y la limosna masiva no mellan la dignidad de los argentinos, ni garantizan una clientela electoral irrestricta.
Las profundas heridas ocasionadas al tejido social se mantienen en la memoria.
El rechazo será aún peor en noviembre.
Mientras la pelea peronista ganaba en violencia y brutalidad, el ex presidente uruguayo Pepe Mujica, advertía sobre las disputas vergonzosas y sentenciaba: “La Argentina esta desquiciada”.
Cruel diagnóstico, pero agudo, certero y proveniente de una autorizada opinión.
A la vista de los personajes singulares convocados para hacer política en la tribuna oficial, nunca ha sido tan fácil adelantar el pronóstico electoral.
