UNA VISITA INESPERADA

El desembarco de Facundo Manes en la escena política constituye una brisa alentadora en la oferta electoral, para garantizar la intervención de aquellos que no se encuentran atados a preconceptos y condicionamientos de ninguna especie.

Mucho argentinos reclaman cambios en la vida política y persiguen que nuevos personajes, ajenos a las tradicionales estructuras partidarias, puedan tener espacios y roles activos.

La sociedad no se encuentra representada por las disputas y la confrontación de uno y otro extremo de la grieta.

Las experiencias fallidas de Macri y ahora de Fernández, llevan a la búsqueda de gestores que no insistan en las diferencias y la confrontación.

En el recuerdo de una película extraordinaria, “Visita Inesperada” (original The Visitor),  con un personaje central entrañable construido por Richard Jenkis, una vez más una sola persona puede cambiar tu vida.

El inicio de la campaña, con la posterior invitación, para “Dar el Primer Paso”, invita a pensar que algo distinto y de forma diferente es posible.

No tiene ningún compromiso con la gestión de Macri y de Vidal y puede convocar, en memoria de la gesta alfonsinista, a la unión de todos los argentinos.

Manes representa a la persona común, talentosa, exitosa, profesional con orígenes en la típica e histórica clase media, forjado en la escuela pública y formado en la misma Universidad.

Especializado en el extranjero, vuelve al país para construir un futuro, con aquilatado prestigio y renombre internacional, constituye una personalidad atrayente para todos los sectores que consideran y estiman al mérito, el esfuerzo, la trayectoria y el empeño personal, como los elementos fundantes de la personalidad y la conducta.

Es un “outsider” de la política y es muy lógico que afecte gravemente los cimientos de la política tradicional.

Nunca se sirvió del empleo o el cargo público y toda su trayectoria se desgrana en el ámbito privado.

Los curiosos apuros en descargar munición pesada sobre sus hombros, dan cuenta del grado de afectación que su figura instala.

Por un lado recupera la figura central de la UCR en el plano de la disputa en la coalición opositora y por el otro enciende una luz de esperanza con contornos brillantes en todos los sectores medios, con perspectiva en el escenario nacional.

Hay una conmoción que sacude a todas las fuerzas políticas.

Algo muy distinto al común de la política tradicional se hace presente.

Los portadores del sistema le caerán encima.

El mensaje  establece un escenario sin disputas, ni enfrentamientos y con un claro objetivo de sumar los consensos y construir con los unos y los otros.

El discurso que invita a “Dar el Primer Paso”, considera que algo diferente es posible.

En la construcción de una “Coalición Multicolor”, tiene el espejo de la alianza que llevó a Luis Lacalle Pou a la Presidencia del Uruguay, con un nuevo lenguaje, formas, expresiones y contenido, que luego efectivamente se concretan en la acción diaria del gobierno.

El lanzamiento de la propuesta ha tenido una notable conmoción y trascendencia en la estructura tradicional de la política.

Los políticos profesionales se encuentran con una persona que no proviene del redil.

Una nueva oportunidad para creer que otra opción es probable.