/NEYMAR ES UN CRACK

NEYMAR ES UN CRACK

NEYMAR ES UN CRACK

El término “crack”, en cualquier disciplina, pero con aplicación fundamental al deporte, está reservado para la consagración de una figura que rompe con lo establecido, sale de lo normal, lo habitual y que caracteriza la regla del común, en el arte de que se trate.

Hay un concepto preconcebido con pautas estructuradas clásicas, que todos aceptan, pero el nuevo exponente lo desborda.

En la reciente final de la Copa América en el Estadio Maracaná, Neymar dio cuenta de sus razones futbolísticas para ser considerado un jugador diferente, al consagrarse una vez más como la expresión más trascendente de su escuadra, en mérito a lo expuesto en el campo de juego.

Pero, fundamentalmente, al terminar el partido, puso de manifiesto una maravillosa conducta que lo deposita en el Olimpo de los deportistas, con gestos de una actitud ejemplar.

Asumiendo un profundo dolor por la derrota, fue consolado por sus compañeros y el gesto paternal del entrenador, tomando el tiempo necesario para elaborar dolor, duelo y lograr compostura.

Repuesto emocionalmente, en una actitud que lo enaltece, saludó a los compañeros del París Saint Germain (PSG), Leandro Paredes y Angel Di María, para continuar el derrotero con todos y cada uno de los integrantes del equipo nacional.

Culminó la digna y cálida tarea en un estrecho, afectuoso y profundo abrazo con Lionel Messi, oportunidad en que le entregó palabras y reconocimiento, al oído y de forma íntima.

El recogimiento de ambos ha sido una potente imagen que transmite emoción y conmueve la atenta mirada de los absortos espectadores.

Finalmente, “en cuero” se lo encuentra charlando con Messi, luego de la premiación, en las escaleras de la zona mixta y compartiendo el tercer tiempo, de manera distendida y ejemplar.

El entrenador Tite, calificó al gesto como una lección para las relaciones entre ambos países, destacó la “grandeza en la derrota y en reconocer al rival, a la par que aseguró que las dos figuras en el túnel “Quizás sea un mensaje que tengamos que dar. Tiene el lado humano, de educación y de amistad que trasciende. Existen adversarios, no enemigos”.

La foto de ambos, departiendo animadamente, sonrisas mediante, despojados de camisetas, distendidos, nos trae a la memoria, a los futboleros, los partidos de “hacha y tiza”, en el campito, golpes, tensiones, que culminaban con la comunión de amigos en la charla post partido, rescatando las anécdotas del juego compartido.

El jugador más preponderante de la escuadra local derrotada, rescata por sobre todo el valor de la amistad y nos entrega una hermosa postal que dignifica el sentido del deporte, aún en las condiciones más extremas de profesionalismo.

Los deportistas encuentran identificación, emoción y orgullo por el tremendo y natural gesto expuesto en momentos de insana competencia y desbordes absurdos.

Las actitudes de Neymar coronan de manera genial y en forma ejemplar un momento único.

Dos de las figuras mas grandes, relevantes, exitosas y representativas de la competencia internacional, luego de una final continental, antes de pasar por las duchas, de manera increíblemente informal, discurren en anécdotas y testimonian un momento de felicidad compartida.

Transcurrida la etapa de  la extrema exigencia deportiva, dan un ejemplo mundial de distensión, alegría y coronan de forma extraordinaria un espacio único.

Neymar construye un invalorable aporte y mensaje al deporte de la alta competencia internacional, con un gesto de tremenda hidalguía, nobleza y sincera amistad.

El comportamiento es ejemplar y aporta alegría y esperanza para rescatar los valores del deporte en sus condiciones de extrema pureza.

Así como todos los jugadores argentinos acudieron al abrazo incondicional con Messi al finalizar el partido, como gesto exclusivo y excluyente de reconocimiento, reparación y gratitud, Neymar eleva la amistad a su máxima expresión, con una actitud que lo distingue, en modo singular, del resto y del común.

Es un tipo distinto y diferente que nos interpela en el egoísmo y la disputa cruel.

Los logros y las derrotas se suceden y repiten de modo continuo en nuestras vidas.

Ambos son impostores ( Rudyard Kipling, premio Nobel de Literatura) y debemos tratarlos de la misma manera.

El éxito no es la medida de lo realizado.

Neymar da cuenta de una enorme templanza ante las derrotas y lo hace desde la perspectiva de alguíen muy acostumbrado a los triunfos.

Chapeau.