/LOS PRIVILEGIOS DEL JERARCA

LOS PRIVILEGIOS DEL JERARCA

LOS PRIVILEGIOS DEL JERARCA

El cuarto gobierno Kirchnerista, en el marco de una pandemia mundial, es demostrativo, en forma patente, penosa y brutal de la abundante perfomance en groseras distinciones y privilegios del Jerarca.

Los padecimientos de la gente, contrastan fatalmente con las exhibiciones desvergonzadas de los funcionarios.

La falta de vacunas ha sido regada convenientemente por las sucesivas hazañas personales, en la oscura carrera por la inoculación de diferentes personajes.

En su momento, Carlos Zannini y su esposa, arremetieron en empresa matrimonial para apresurar la oportunidad de la vacunación, despojados de limitaciones y franjas etareas.

El único arrepentimiento admitido, fue el error en no haber tomado una foto para rememorar el evento.

La calificación de personal jerárquico, como modo prioritario para la asignación del turno, abre un camino incierto y brumoso que permite la ponderación arbitraria y escandalosa.

El alzamiento del político como una personalidad superior, es un concepto despreciable para un sistema democrático e igualitario.

Odiosa y arbitraria distinción, utilizada para señalar al periodista Horacio Verbitsky como una personalidad que merece protección social.

En este caso, en un curioso y singular incidente, el periodista explicó, ante un medio amigo, en detalle haber recibido la vacuna, en un vacunatorio especial habilitado en el Ministerio de Salud.

La ligereza verbal, imprudencia inexplicable, difícil de entender en un avezado exponente de múltiples batallas, le costó el cargo al Ministro de Salud Ginez Gonzalez García.

La tutela especial del político continúa con la habilitación, por la condición de tal, para quedar eximido de la cuarentena obligatoria para el resto de los mortales.

Severas críticas se alzaron contra el Presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, al prescindir de la cuarentena luego de su viaje por EEUU.

Los iguala el descaro, la desvergüenza y la desinhibición para exhibir sin tapujos los privilegios.

En silencio, persisten en el cumplimiento regular de las normas los “boludos” del sistema.

No hay integrante de dicha comunidad, ni tampoco de los ilustres adherentes que fatigue consultas o tratamientos en hospitales públicos.

Las afecciones de los militantes tienen asistencia en los sanatorios privados y, en especial, los localizados en la “odiosa” Buenos Aires.

Una anécdota patética, pero a la par singular y sorprendente es la que inspira el ex Ministro de Salud, Ginez Gonzalez García.

Ha sido víctima de la indiscreción, la cámara oculta y el ojo atento que lo identificó en un hotel madrileño y en su vuelta reciente, en primera, en un vuelo que lo incorporó como uno de los 600 autorizados.

En Madrid, festejaba la compañía de Hugo Sigman, cuestionado empresario comprometido en la fabricación local de la vacuna Astra Zeneca.

Tarea para los ocurrentes e imaginativos, como también para los que desandan los caminos de los impedimentos para la compra de vacunas provenientes de los laboratorios de EEUU, que fuera dejada sin efecto recientemente por un DNU presidencial.

Cuando arriba al país, otras miradas atentas lo filmaron al abandonar, en último término, la cabina de primera categoría, en silencio, cabizbajo, impotente, resignado y sufriente ante los agresivos embates de los pasajeros.

El abanderado del vacunatorio Vip no daba cuentas de haber transitado las exigencias del cupo obligatorio para volver al país.

El abucheo al unísono lo sumió en una actitud paralizante.

Triste y solitario final para quién transita todos los casilleros de la impunidad, el abuso, la arrogancia y la incompetencia manifiesta.

Por un lado el agotamiento del político, ganado por la resignación, la mirada esquiva y distante.

Por el otro, la gente, harta, dando cuenta del enojo extremo y del repudio insultante.

La exhibición obscena de privilegios irrita y moviliza la indignación general.

Desconocimiento de lo básico: ser político no otorga mas derechos que al resto de los ciudadanos.