/MENSAJE URGENTE PARA LOS ARGENTINOS EN EL EXTERIOR: PACIENCIA

MENSAJE URGENTE PARA LOS ARGENTINOS EN EL EXTERIOR: PACIENCIA

MENSAJE URGENTE PARA LOS ARGENTINOS EN EL EXTERIOR: PACIENCIA

                                     “No es un problema que alguién venga al país mas tarde de sus                                                  vacaciones”.

                                                    Florencia Carignano. Directora Nacional de Migraciones

Mientras las aerolíneas y sus organizaciones representativas, advierten que, la nueva medida adoptada por el Poder Ejecutivo, respecto a la limitación del ingreso al país de seiscientos (600) argentinos por día, tendrá como resultado, inmediato e ineludible, que miles de ciudanos queden varados en el exterior, la Directora de Migraciones, Florencia Carignano, señala que no es un problema quedarse mas días y volver mas tarde de las vacaciones.

Notable simplificación semántica y expresiva síntesis del grave problema suscitado.

Para la funcionaria, solamente se sale del país para las vacaciones.

Desconoce las relaciones emergentes del trabajo, del estudio, de las vinculaciones internacionales y los compromisos de distínta índole previamente contraídos.

Una vez más, un miembro relevante del gobierno, desprecia las obligaciones mantenidas en el ámbito privado , los esfuerzos y la dedicación individual, relevantes de la condición humana en el mundo libre.

Eso si, el “funcionario”, Sergio Massa, por su condición de tal, se encuentra relevado de la cuarentena obligatoria impuesta para los ciudadanos comunes, cuando regresa de su viaje por EEUU.

Descarados privilegios y distinciones singulares del Jerarca.

Arropada en el asistencialismo y la prebenda estatal, la señora desconoce los avatares de la actividad privada, el estudio, los compromisos de la vida libre e independiente.

El pensamiento estructurado del burocrata no transita los riesgos, las desventuras y el cumplimiento responsable de los contratos laborales del ámbito privado.

Como ha sido recurrente y constante, el “Ucase” presidencial, mantiene la significativa ocurrencia, sin hacerse cargo del estudio de las estadísticas, programación y planeamiento.

Simplemente, la orden ciega, unilateral, autoritaria, desparrama la medida inconsulta y luego, como se pueda y en el marco del clásico “ya veremos”, afrontará las consecuencias, sin privarse de cuestionar la actitud de los intrépidos viajeros.

Patética expresión del desprecio constante por la actividad privada, en cualquiera de sus formas, sin trepidar en medidas de castigo, singulares  sanciones y empedenidos brotes de hostilidad.

La Directora de Migraciones da cuenta de la intrascendencia de la vuelta al trabajo y las obligaciones cotidianas, poniendo de manifiesto una patente intrascendencia del reintegro oportuno al compromiso y las rutinas diarias.

No hay razones para el mérito, la conducta responsable y la dedicación honrosa.

La confesión resulta un cruel testimonio de la intrascendencia de su propia labor y despliegue oficial.

Por lo demás, los despreciados viajantes, exclusivamente turistas en el discurso oficial, no pertenecen a la militancia nacional y popular, con lo cual carecen de todo interés para la mirada estatal.

La medida se desprende de cualquier programación ordenada, seriedad en la planificación y progresión en su ejecución.

Tendremos que aprender que “Vivir con lo nuestro”, también consiste en quedarse en casa, abastecerse de empleos locales, preferentemente en el sector público, prescindiendo de las relaciones con el mundo exterior.

El Jerarca siempre estará atento para la asistencia, velará por el descanso e incluso analizará los sueños, para desentrañar el mundo material, social y espiritual del gobernado.

La intervención estatal debe ser integral.

Ahora, se trata de monitorear el egreso y el ingreso del país, con cupos, restricciones e impedimentos, en el afán de progresar en la erosión de la actividad privada.

Mañana nos dirán que países visitar, con especial atención y propaganda para los destinos agraciados por el dedo elector.

El Congreso ausente, con claudicación inadmisible e insolente desprecio de la libertad individual.

Perdidos y en pelotas, los argentinos en el exterior tendrán que sumar paciencia, en la lenta espera del turno gracioso que les conceda el poder y que los autorice a volver a casa.

No hay viento favorable para quién no sabe donde va.

Lo urgente mata lo importante.

Pierden el rumbo, pero se sostienen en el empecinamiento militante.