/# NO VENGAS CULIAU

# NO VENGAS CULIAU

                           #  NO VENGAS CULIAU

     En el interior del país comienzan a sucederse expresiones de rechazo a las visitas de Alberto, como un modo de manifestar el enojo con la gestión del gobierno.

     A la tradicional hostilidad porteña y mediterránea, se suman los afanes de diferentes terruños, que no respetan hospitalidad, carecen de atenciones y dan muestras de disgustos y reproches. 

     Alberto, vecino de CABA, pero “…lleno de culpa por verla tan opulenta…”, castiga sistemáticamente sus recursos, para distinguir, a su vez, los ámbitos bonaerenses,  prioritarios en las urgencias y necesidades políticas y favorito de la Jefa.

     Vaivenes de las preferencias políticas y sinsabores de la historia.

     La traición capital encarnada por el hijo pródigo, devenido Presidente, por obra y gracia de la combinación del azar, una mente ingeniosa y la falta de escrúpulos, no trepida en castigar a la ciudad por su pecado de origen rico y la gestión exitosa del enemigo perfecto, al persistir en la distinción y la calidad de vida de los vecinos.

De vuelta al llano, pondrá curso a una conveniente mudanza o será objeto en cada caminata o reunión social de los recuerdos, por parte de sus vecinos, por los castigos a la ciudad y la agresión constante a sus finanzas, con una obstinada obsecuencia en el cumplimiento de indicaciones degradantes, odiosas y perjudiciales provenientes de la Jefa.

  Problemas de los virajes por necesidades electorales, en el imperativo de la colecta urgida de adherentes esquivos y renuentes.

Resultados de la grieta insistente como método de construcción política.

     Los cordobeses, padres adoptivos del inesperado triunfo de Macri, empedernidos y ocurrentes bromistas seriales, acuñan historias de burlas e ironías sufrientes y de sutil mordacidad e ingenio.

     Anti Cristinistas empedernidos y acérrimos, llevan a su gobernador a la construcción de malabares políticos en el peronismo, para evitar el castigo por asociación ilícita para la vista de sus coterráneos.

Eternos díscolos, protestantes, inconvenientes, no se someten a imposiciones y autoritarismos y a lo largo de la historia han cuestionado sustancialmente el orden establecido.

     Córdoba y Caba, fieles testimonios de regiones de administración estatal moderna, eficiente y exitosa.

     Conjugan responsablemente la gestión estatal en alianza con el sector empresarial, generando constantemente alicientes, aliento y promociones para la actividad privada.

     Ambas jurisdicciones cobijan el más alto número de emprendedores locales, favorecen inversiones y sostienen un voto fiel que las acompaña regularmente.

 Muy lejos del populismo y la expansión irresponsable del gasto público.

     Los cordobeses se suceden en los bautismos ocurrentes con los Hastags y las pinturas burlonas, que engalanan la intentona de visita presidencial, coronando expresiones del tenor: # No Vengas Culiau y # Córdoba no te quiere.

           El humor clásico, irreverente y picante, destila desplantes  que puntualizan el hartazgo y la bronca.

           El mandatario de la doctora ha perdido el respeto y ganan los repudios a su decaída imagen.

      Alberto amplía su colección de burlas, destrato y falta de consideración, como una moneda común del consumo diario y cotidiano.

Se encuentra en las puertas de ser tomado en “joda”, momento en que el divertimento colectivo se convierte en un problema político.

         Las encuestas no aportan noticias agradables; los riesgos del comportamiento enojoso constituyen moneda de curso corriente y el desgaste trepida el escenario del alicaído profesor. 

      Florencio Randazzo transita sus dotes de pescador, en la Avenida del Medio, abandonada, por Sergio Massa, en aras de su reconversión y eficaz en el reparto, cuidado y asistencia de los negocios familiares.

      Mantiene intactas las aspiraciones presidenciales, favorecida por la creciente amistad con Máximo y los traspiés de Alberto.

La ventana de las grandes ligas cuenta siempre con el eterno, cambiante e imprevisible aspirante y múltiple candidato.

Le cuesta, por razones obvias, vencer el recelo y desconfianza de la máxima autoridad de la coalición gobernante. 

       El Radicalismo, dando cuentas de esfuerzos notables, recurre a Facundo Manes, para dar pelea por la centralidad en el juego de la oposición, frescura de renovación y abandonar el rol de convidado de piedra en la Coalición

       El Universo de jóvenes asiste pasmado a las claudicaciones de unos y otros en la esfera oficial, carente de estímulos, es ganado por la apatía, la ausencia de futuro, esperanza y el descrédito general.

       Las promesas incumplidas y los resultados catastróficos de la gestión pandémica, se suman a la patética estadística cercana a los 100.000 muertos por el virus.

      Lejos y olvidados los discursos presidenciales de la cuarentena eterna para evitar los 10.000 muertos.

      Alberto, simplemente, resulta víctima de sus propias expresiones, anteriores, relevantes, y los resultados reflejan la crueldad de la inoperancia y la incompetencia.

      Sus propios actos lo esclavizan y lo convierten en una víctima de sí mismo.   

       La realidad contrasta brutalmente con los discursos presidenciales y el patético registro del alto número de muertes nos interpela con la concurrencia de estadísticas catastróficas.

       Lo acompaña la velada oposición a la compra, suministro y provisión de las vacunas provenientes de Laboratorios de los EEUU.

       La insensata política vacunatoria anclada en la figura del socio local.

       En definitiva, el conjunto de elementos que condicionan la supuesta ventaja electoral y mal disponen para el voto que acompañe a los responsables de la administración actual, constituyen fuente de temores para sostener la mirada amigable sobre la certeza de un triunfo estable y seguro.

       En Pergamino, la movilización de Productores, quienes protestaban cortando la ruta, determinó la cancelación de la visita presidencial.

       En Salta, las cacerolas y los carteles le indicaban “Alberto no sos bienvenido” y lo descalificaban como “Alverso”, “Chirola” y “Sarasa”.

       Riesgosa escalada para quién no ahorra en tropiezos y dificultades.

       Se modifica sustancialmente la oferta electoral de la coalición oficialista y se aclara el panorama, sin provocar falsedades o engaños.

       Alberto, definitivamente, presenta, sin tapujos, su condición de mero y obediente gerente, carente de signos visibles que expresen independencia, moderación o autonomía. 

       Entregado con devoción, en forma persistente, con empecinamiento, se autoinmola en el cumplimiento del mandato de la mentora.

       Massa, sin mayores disfraces, respecto al combate militante, carece de legitimidad para auspiciar diferencias aunque sea en los matices y se empantana en los sucesivos fracasos legislativos de las iniciativas promovidas por el Senado, las cuales no encuentran destino cierto en la Cámara de Diputados.

       Ha perdido total credibilidad y confianza con sus idas y vueltas, inexplicables y muy dificiles de digerir para los independientes y moderados.

       Arropado, por necesidades mutuas, con el cobijo de Máximo, ha perdido consistencia y respeto en la consideración pública, quedando recluido en las huestes de la cofradía del discurso extremo.

       El sinceramiento de la propuesta es mayúsculo.

       Es simplemente, Cristina y los demás.

       La  elección es más simple y sencilla. No hay mayores colores.

Desbarrancan los matices y se consolida la unidad ideológica en la conducción de la Coalición gobernante.

Se acabó el tiempo de los tibios y distraídos.

El combate será con el verbo encendido y el sesgo extremo.

       Los actores han mudado los disfraces. Se desprenden de los matices.

       La presencia de una figura como Facundo Manes altera el juego de los políticos, resulta incómoda y es portadora de sensatez y equilibrio.

Malas e inesperadas noticias para el lenguaje bélico.

       Proviene de una carrera profesional independiente, sumamente exitosa y con reconocimiento internacional.

       Ajeno por completo al negocio de la política, irrumpe en forma molesta para unos y otros.

       No le pueden oponer una figura semejante y contrasta notablemente con los que viven del negocio, de la militancia y de la activida política como un modo de vida y un fin en si mismo para emprender la productividad y escala social.

       El común de la gente, los jovenes desencantados, los independientes, moderados y carentes de un compromiso militante, encuentran un semejante, meritorio, esforzado, que convoca al diálogo y al consenso.

       Se abre una esperanza novedosa que convoca las expectativas de un amplísimo sector social, fundamental para la definición del proceso electoral.

Incluso podríamos decir para todos los Culiaus.

Esa palabra, considerada la más convocante de la identidad cordobesa: actualmente utilizada para satirizar, “al Alberto”, había logrado su consagración internacional, el 15 de mayo de 2016, cuando Sir Paul McCartney, ante 40.000 personas, en el Estadio Mario Alberto Kempes, abrió su recital, expresando ante la multitud presente: “Buenas Noches Córdoba; Hola Culiaus”, recibiendo como respuesta una tremenda ovación y el delirio eufórico del público en el marco de una explosión sonora descomunal. 

El símbolo verbal de los cordobeses expuesto por un Beatle en la presentación del concierto.

Un regalo mágico para las emociones y los sentimientos más caros, proveniente de alguien que es amado e idolatrado sin distinción de generaciones.

       Habrá entendido Alberto que “Culiau”, también puede ser un saludo amistoso y hasta una expresión admirativa. 

       El modismo, caracteriza a la persona que se dirige como un insulto o también para un elogio. 

       Todo depende de la situación.   

       Por cierto, muy distinta y distante, la de Alberto a la de Paul.