PRIMEROS INDICIOS

El clima de sosiego económico que domina la transición no es producto de las buenas prácticas oficialistas, sino que se encuentra propiciado y abastecido por el conjunto de expectativas y designaciones que despiertan las conductas del Presidente electo.

Al estilo de Carlos Menem se avizora un panorama diferente al pregonado a los gritos destemplados en la campaña electoral.

El diálogo fecundo con el Papa, la invitación formal para concurrir en visita oficial al país, primer paso imprescindible para el desenvolvimiento tradicional de la diplomacia y burocracia Vaticana; las gestiones de la Canciller propuesta Diana Mondino con la asistencia del Embajador Daniel Scioli en la sanación de heridas provocadas por exabruptos del discurso desenfrenado; las designaciones del Gabinete que provocan el desplazamiento de figuras fundacionales e históricas de LLA del elenco Ministerial dan cuenta del ejercicio de una política de diálogo, consenso, integración con los sectores afines a la propuesta libertaria.

Deben destacarse la incorporación de primeras espadas del Gobernador Schiaretti en varios puestos de primera línea y muy especialmente en la Presidencia del Anses y del Banco de la Nación Argentina.

La continuidad de Marcos Lavagna al frente del INDEC, confirmada por un comunicado formal de la Oficina del Presidente Electo, en el cual se puntualiza el proyecto del destacado profesional para convertir el INDEC en un ente autárquico e independiente del Ministerio de Economía con Personería Jurídica propia.

Paso indispensable para la elaboración de datos sanos, precisos y exclusivamente técnicos, despojados de cualquier contaminación.

La confirmación de Daniel Scioli al frente de la embajada en Brasil como un reconocimiento a su trabajo de integración de las economías de ambos países y a los vínculos forjados con los Presidentes Lula y Bolsonaro.

La incorporación al gabinete con los cargos de Ministros de Seguridad y de Defensa de los integrantes de la formula presidencial perdedora en las primarias (PASO), Patricia Bullrich y Luis Petri.

El ofrecimiento para continuar en el cargo a Guillermo Michel, titular de la Aduana, profesional muy cercano a Massa y que tendrá que valorar con detenimiento su decisión final.

La designación del Ministro de Economía y del Presidente del Banco Central, por ahora lejos de las medidas extremas de dolarización inmediata y cierre de la institución.

Los primeros pasos tienen mucho del estilo de Carlos Menem que acogió a la UCD y sus miembros más representativos, lejos de Macri que se rodeó de la gente de su confianza directa, integrantes del Pro, relegando a segundo nivel a sus socios de La UCR y la Coalición Civica en la composición ministerial.

Han quedado desplazadas de los cargos ejecutivos figuras fundacionales de LLA y deben conformarse con sus cargos legislativos, masticando broncas y rumiando desengaños.

Por ese lado se advierten ruidos, enojos y reproches al Jefe, quién decide con asistencia de Macri pero toma sus propias determinaciones de manera libre y voluntaria.

El paso cansino, pero firme y persistente en la convocatoria muestra rastros de moderación, prudencia, integración de múltiples personajes con distintas improntas, mujeres con personalidad fuerte y formación altamente profesional, pedestal en el que destacan la vicepresidenta y la Canciller, Victoria Villarruel y Diana Mondino.

Por el lado de ambas se avecinan tormentas y golpes de efecto acordes a su temperamento y personalidad.

Mención especial para la Ministro de Capital Humano, Sandra Pettovello que absorbe Salud, Educación, Trabajo y Desarrollo Social, quién tendrá duras batallas en las calles y conduce un área en donde a simple vista se aprecia una notable reforma del estado en sus estructuras burocráticas.

Sin ningún temor ni reservas, el presidente electo, incorpora profesionales de otros signos políticos, con antecedentes destacados en sus actividades.

Es un buen comienzo para generar un clima de negocios, amplitud, armonía con técnicos especializados provenientes de distintos ámbitos.

Lejos han quedado las bravatas, las posturas incendiarias y el discurso altisonante.

En la vereda de enfrente, la C.G.T. se despereza luego de un largo letargo, silencio complice, actitud pasiva ante el desquicio económico social y a la par de los movimientos piqueteros amenazan con ganar las calles.

La resistencia pretende sus primeras víctimas para justificar y justificarse.

La respuesta deberá ser prudente y firme.

La ocupación del espacio público no puede ser gobernado por el caos y la provocación.

Seguramente esta vez no habrá monopolio en las calles y otras expresiones harán escuchar sus voces, para que no exista un discurso único.

El concepto de la libertad no es solamente declamativo y debe estar garantizado el derecho del otro a vivir en paz y democracia.

El derecho a la protesta no puede limitar los derechos de los ciudadanos, debe haber respeto y un cauce a las expresiones de oposición y rebeldía.

La confrontación de las ideas tiene sus reglas, sin desbordes y agresiones a terceros.

Los primeros pasos son auspiciosos y es un deber cívico darle la derecha al gobierno y dejarlo caminar en sus inicios con respeto y consideración.

Una reflexión final sobre un invitado muy especial que ha confirmado su presencia para el acto de asunción presidencial: Volodimir Zelensky.

El Presidente de Ucrania es la máxima estrella de la lucha de la libertad contra el ultraje y la invasión imperial.

Es la mayor expresión, el símbolo de la libertad y la autodeterminación de un pueblo.