ALIVIO Y ESPERANZA
La intervención y combinación de habilidades puestas en juego con paciencia espartana por parte de Alberto y Sergio han dado como resultado final una sonora explosión del peronismo y sus satélites
El presidente fallido y el ministro entregado al juego político electoral no prestaron mucha atención a sus obligaciones naturales por lo cual los votantes les dedicaron un cerrado escarmiento que por sus características y entidad será inolvidable para todo el concurso.
El desplazamiento final de la escena protagónica de Alberto y Cristina pusieron en exposición notable al ministro candidato.
Así, a sus anchas se alzó como un gestor endemoniado que repartía favores y gracias estatales con impunidad y desfachatez.
Convencido que los beneficios económicos circunstanciales se convertían en votos emprendió una carrera de repartos a diestra y siniestra.
Arropado por sus costosos asesores brasileños y el exitoso publicista Catalán tuvo la convicción que con el relato y el engaño podría esconder el tremendo fracaso de su gestión económica.
El día después lo encubre repartiendo insultos y quejas mortificantes en su mesa chica.
Como si el revoleo de monsergas puede esconder su culpa y negligencia.
Los publicitarios apuraron las valijas y sus cobros en divisas y emprendieron rumbo a tierras más amables.
Queda trunco el sueño de la sucesión matrimonial.
Moria trajina el desamparo en su frustración de la instancia más gloriosa y Susana evita el exilio en Uruguay.
Problemas para los periodistas militantes de la TV oficial y la agencia Telam con los aires privatizadores que se avecinan.
El triunfo estuvo muy cerca en el ideario oficial pero a la par muy lejos en la realidad.
Ha sido una experiencia forzada y combinada entre el portador de una ambición ilimitada y la escasa oferta de postulantes competitivos.
La ruptura de la oposición y un candidato incierto e imprevisible le abrieron la puerta al abismo.
El clima de hartazgo social nunca tuvo una lectura atenta y el ofrecimiento del cambio desde la pertenencia a un gobierno desastroso fue un desbarranco en el absurdo.
La militancia pierde sus fuentes de ingreso y debe volver al llano para procurar su propio sustento .
Los neutrales tuvieron una representación testimonial y en la ciudadanía privó la elección de Chávez en donde el votoen blanco fue la opción mayoritaria.
.La dirigencia radical y la coalición cívica pueden ahora cerrar filas con tranquilidad con los perdedores.
Mauricio Macri tuvo una intervención fundamental en la lectura del estado de ánimo mayoritario y acordó en forma inmediata el armado de una nueva oferta electoral.
Patricia tuvo un discurso de cierre de campaña brillante y los cordobeses una vez más conforman la capital nacional del antikirchnerismo.
La alternancia espanta la excursión autoritaria y la reedición del juego matrimonial destacado.
El hartazgo y el rechazo a un gobierno han ganado por goleada.
En ciernes la posibilidad de una economía moderna, abierta, que estimula la iniciativa privada, elimina restricciones y regulaciones que favorecen al capitalismo de amigos.
En el giro internacional culminan los vínculos iraníes y los amigos extremos.
Una política exterior soberana alineada con EEUU y la Unión Europea que defiende los intereses nacionales de forma madura y responsable.
El reconocimiento del mérito, el aliento a la iniciativa privada y la promoción de inversiones en el marco de un estado presente y con respeto irrestricto de las libertades individuales
Los argentinos han puesto de manifiesto una madurez cívica de alcances extraordinarios al ejercer una fuerte opción de cambio.
El miedo a lo incierto, imprevisible y desconocido ha ganado a la fatalidad de un infierno decadente.
Al fin y al cabo el miedo existe para dejar de tenerlo.
El Papa intercambia saludos y felicitaciones con el Presidente electo en un diálogo que abre nuevas esperanzas.
Recibe la invitación oficial del Presidente para visitar el país.
Puede ser una señal de extraordinario simbolismo.
Dejar de lado las diferencias y los agravios es un muy buen comienzo.