Los inoportunos posteos de su ocasional compañera le amargaron en forma súbita e imprevista las vacaciones al Jefe de Gabinete de la Provincia de Buenos Aires.
En las costas del Mediterráneo español, víctima de la necesidad de mostrar y ostentar, la pulposa señorita exhibía en las redes sociales un fastuoso paseo en yate, acompañada de costosos regalos y lujos paradísiacos.
No se privaba de inmortalizar a su compañero, afamado funcinonario proclamando a los 4 vientos los detalles de la invitación haciendo uso de videos fotos y asombrados comentarios.
Abrupto final para los audios, videos e imágenes que fueron borradas y para el descuidado viajero que no puede ni sabe como explicar tanto desatino.
El funcionario del gabinete provincial mantiene gusto y afición por las chicas de la farándula, portadoras de un si fácil, pero con importantes reclamos, exigencias, cotizadas en altos valores de mercado, en moneda dura.
Las exposiciones de la agraciada acreditan que el generoso invitante no trepida en gastos cuando se trata de agasajar en las aguas del verano europeo a una de sus elegidas.
Sin haber escarmentado con un controvertido y costoso divorcio, directo y sin escalas arremete con persistencia y obstinación en un nuevo paseo con una señorita de alta exposición mediática.
Es adicto a las chicas de pocas ropas y a las exhibiciones con costos muy altos.
Esta vez la búsqueda apuntó al mar mediterráneo en un barco privado, pero el aislamiento no contaba con la necesidad imperativa de su compañera de fotografiar, filmar y exponer en las redes.
Muy entusiasmado en sus quehaceres se descuida, apegado al acuerdo de confidencialidad, no pudo contar en sus prevenciones con la maldita manía de mostrar y ostentar ante sus seguidores que esta vez quedaron perplejos por el político que había caído en sus redes.
Tanta ingenuidad y candidez en los contenidos, imágenes y videos, no descartan la existencia de otros interesados en tan picante material que aporten a las andanzas y desfachatez de la audaz aventurera.
La comedia de enredos una vez más le brinda alta exposición mediática e ingresos provenientes de distintas fuentes a sus inescrupulosas arcas.
Los hechos constituyen una escena patética y reflejan en forma clara y patente el estado de descomposición de los políticos en nuestro país.
Es una muestra y exhibición obscena de gastos y excesos inexplicables para un funcionario y solamente encaja en un nivel reservado para personas de grandes fortunas.
No tiene ninguna justificación una conducta semejante.
El político en cuestión carece totalmente de una actividad privada o profesional que le permita un lujo de tal extremo.
La declaración jurada no expone mayores ahorros e ingresos o propiedades.
La explicación de tal extravío es un viaje penoso y sin escalas hacia el rídiculo.
El inquieto navegante carece de medios y modos para explicar de manera legítima el pago de los gastos de tal ocurrencia.
Es muy fácil la inspección para el más distraído de los jueces.
Para el común de los ciudadanos la situación es escandalosa y corona los ilícitos suscitados en la Legislatura bonaerense.
Está circunstancia acreditada es una muestra más de excesos y disparates de la vida política.
El hartazgo y el rechazo suman argumentos y reflejan de modo patente en este evento la reiteración de hechos graves que dilapidan el dinero de la gente.
La actitud incendiaria del cajón de Herminio Iglesias constituye un juego de chicos traviesos en comparación a la exhibición del Jefe de Gabinete en el mar europeo.
El dislate y el abuso ha llegado a niveles de paroxismo.
Nunca el rechazo gana tantos adeptos y el repudio escala generalizado.
El hartazgo y la acumulación de desencanto en sangre tendrá fuertes repercusiones electorales.
