/AH PERO LA DERECHA

AH PERO LA DERECHA

AH PERO LA DERECHA….

            Después de 7 días de suba incesante del dólar, aumento descontrolado de los precios, desaparición de stocks, cese de variadas ventas y desconcierto e incredulidad general, Alberto por todo comentario y expresión culpó a la derecha de todos los males.

            Esforzada reflexión y simple aserto.

            Aguda ponderación que deja pasmados a propios y extraños.

            Entre las respuestas registradas, se destaca la consideración de: “…Ah pero la derecha…”

            Corrido de la escena el atribulado responsable de todos los males, la maldición de Mauricio se centra entonces en el genérico de la “derecha” como la causal de las desgracias actuales.

            El relato carece de fuente original y se repite en una letania desconcertante.

            La pobreza de la expresión denota la pérdida absoluta del dominio mínimo de la situación.

            Como siempre, el Presidente resulta ajeno y distante de toda responsabilidad.

            Confiesa impotencia, suma incertidumbre, desconcierto y es víctima de su propia impericia.

            La coalición gobernante se sucede en disputas internas y toda la ansiedad se consume en la expectativa ante la inminente palabra de su líder.

            La clase magistral en ciernes alienta cabildeos en la espera de la “magia” iluminada que desvive la atención de los fieles e incondicionales.

            La palabra de Cristina es la última esperanza para el alborotado cardumen que se desbarranca en el absurdo.

            La escalada del dólar y su impacto inflacionario reconoce una única certeza: el valor de la divisa se encuentra muy lejos del asignado por la estimación del gobierno.

            Ah pero la derecha es toda la justificación para explicar el cruel fenómeno.

            La pérdida de consistencia y credibilidad adquiere formas que resultan patéticas

y escandalosas.

El vacío y el desvarío expanden el grotesco.

El compendio de excusas vanas agota el manual del principiante.