/EL HERMANO MENOR

EL HERMANO MENOR

EL HERMANO MENOR

En la reciente cumbre de la CELAC, Sergio Massa compartió una conferencia de prensa con su par Brasileño.

Tuvo unas declaraciones poco afortunadas en las cuales tildó a Uruguay como  hermano menor del Mercosur al que hay que cuidar y brindar protección.

Soberbio y engreído se monto en su habitual monserga para calificar sin vergüenza y con desparpajo extremo.

En el marco de nuestra realidad actual, con un escenario político y económico paupérrimo, desconcertante, se atreve de manera osada, patética, irresponsable, abusando de su condición de anfitrión, a alardear de cuidados y protección cuando carece de principios, conducta y actitud para conducir una gestión que desande la espiral de inflación y escalada de la divisa

Es tal el estropicio que hasta el Papa ausente se expresa incluso en forma chistosa respecto al espanto económico del país.

Sin la existencia de una moneda local que garantice las condiciones básicas de respaldo y reserva de valor, el Ministro pregona un medio de pago común con Brasil en un dislate de proporciones épicas, con miras exclusivas en la tribuna y en la propaganda mediática.

El Presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, ante el requerimiento periodístico, se limitó a expresar: “Disneylandia”.

Una categórica referencia a un mundo de imaginación, distracciones y juegos. Meta para niños y mayores deseosos de fantasías e ilusión.

Experto en el uso y abuso de la palabra, Sergio fue remitido a un espacio de idas, vueltas, marchas, contramarchas, fiesta y desvaríos con un pasaporte para jugar hasta el éxtasis.

Uruguay es un faro que irradia civismo, estabilidad política, económica, alternancia, transparencia, respeto, tolerancia, madurez en sus dirigentes con una convivencia armónica, profundamente republicana y democrática.

La evaluación internacional le marca los más altos parámetros y estándares en materia de calidad de vida y respeto de las instituciones.

El Kirchnerismo  mantiene una tradición en su historia de maltratos con Uruguay, pero Massa corona el extravío y se desbarranca en el absurdo con un delirio en grado extremo.

No puede con lo propio en sus menesteres específicos y pretende ampliar el horizonte de su intervención.

Sus expresiones nos revelan el grado de impericia e imprudencia de una dirigencia estéril, locuaz e impotente ante la escandalosa realidad que gestionan de manera ineficiente e irresponsable.

El silencio nos consume en la rabia, enojo y desaliento.

El contraste entre la palabra y el sentido común lo llevan sin escalas al ridículo.

Apenas una palabra como respuesta a tanto desatino

La remisión a un mundo mágico y de ensueño pone las cosas en su lugar y a cada quién en su mundo.

El desatino es tragicómico y desnuda la pobreza del nivel y escasa jerarquía del orador.

Es un acto acabado de realismo mágico: mostrar lo irreal o extraño como algo cotidiano y común.

El relato es la alteración de la realidad con acciones fantásticas y el Ministro es un experto en narrar de un modo pintoresco paisajes distintos según las circunstancias y conveniencias ocasionales.

Cunde en la ciudadanía una sensación de vergüenza ajena, pudor, incomodidad, rechazo ante la desmesura

La remisión a Disneylandia lo ubica en su sitial: fantasía e ilusión.

El político de los múltiples rostros recibe un golpe certero y categórico.

Al día siguiente, Lula, ante tanto dislate concurrió al Uruguay en visita oficial al Presidente afectado y a su amigo personal, “Pepe” Mujica.

Sin palabras.