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TRES DIGITOS

TRES DIGITOS

La vocera presidencial, Gabriela Cerruti, acaba de celebrar el cumplimiento del objetivo del Ministro de Economía, Sergio Massa, al anunciar que la inflación del mes de diciembre asciende a 5,1%, completando una estimación interanual del orden del 94,8 %. Se evitaron los tres dígitos.

Es un recórd absoluto de los últimos 30 años y mérito exclusivo del tercer año de gobierno de Alberto. 

Todavía no pudimos arribar a los números y estadísticas de Venezuela, pero andamos muy cerca de las hazañas económicas del pais caribeño.

A la par de los festejos ministeriales, el dólar bate todos los recórds alcistas y se cierne sobre la monumental deuda en pesos como un ave rapaz e insaciable.

Es el momento oportuno, según la sagacidad presidencial para emprender la aventura hóstil contra la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

En un clima de enfrentamiento absoluto con la oposición ingresa al Congreso 27 proyectos para la consideración en extraordinarias y el paroxismo llega al extremo al insistir con la propuesta del Juez Daniel Rafecas como Procurador General de la Nación. El requerimiento originario ingresó al Senado en febrero de 2020 y Cristina se ocupó de planchar el trámite y evitar su tratamiento.

Además de pretender el juicio político y la expulsión de los jueces de la Corte Suprema, insiste con el proyecto de ampliación del número de integrantes para permitir el ingreso de los afines. 

Todavía no pudo concretar la designación en el cargo vacante de Elena Highton de Nolasco.

En definitiva son estertores que lo llevan a ninguna parte.

Las dudas opositoras de participar o no en los debates en Comisiòn, por la mayoría oficial existente, se zanjaron por estar presentes y combatir en todos los frentes.

Otro tema será la negativa a prestar quorum para cualquier iniciativa en el recinto, cuestión que obligará a una gestión de finas cuentas oficiales para sumar voluntades. Las ofertas e intercambios estarán a la orden del día.

La beligerancia recíproca no conocerá de tibios y recatados y están en juego la pericia y las alianzas del gobierno.

No es momento para desatentos y descuidados.

En un clima de alta inflación, alza sostenida del dólar, fiesta de bonos y letras de deuda en moneda extranjera y pesos, alarmante sequía, lo razonable es acordar temas y debates.

Alberto, elige la beligerancia en estado puro, la lucha, el enfrentamiento para dominar la agenda con egoísmo y peligrosa perspectiva.

Solamente una suave brisa con brotes cordobeses y salteños asoma en el peronismo ante la mirada central y hegemónica de Cristina.

La victoria sobre los tres dígitos acerca al Ministro de Economía a un horizonte inflacionario en abril de un proyectado 3%, como base para el tránsito de la candidatura presidencial.

El entusiasmo es acompañado con una pauta salarial del 60% anual y requiere ineludiblemente la conformidad sindical.

Ahora se viene Davos, escenario apetecible y propio de su aventura internacional, que lo encontrará como el único argentino interviniente, ya que Macri se entretiene con sus nuevos amigos Qataríes. 

Alberto propone en primera persona una excursión bélica con final anunciado de derrota y desgaste sin advertir que es la figura presidendial la que pierde crédito, respeto y credibilidad.

Ha perdido toda perspectiva y por eso festejan la falta de tres digitos.