/MARTIN GARCIA: EMOCIONES Y CARICIAS EN LA HISTORIA DE LOS ARGENTINOS

MARTIN GARCIA: EMOCIONES Y CARICIAS EN LA HISTORIA DE LOS ARGENTINOS

ISLA MARTIN GARCIA: SINGULAR PASEO Y CARICIAS DE LA HISTORIA

                        He realizado un paseo por la Isla Marín García que me produjo un sinnúmero de emociones y sensaciones dignas de compartir. A la par, ha sido tan agradable la experiencia que me permito extender la invitación para realizar esta visita singular con la premisa de garantizar momentos placenteros al espíritu mundano.

                        Partiendo de Puerto Madero y con dos horas de navegación en lancha se arriba a una isla que acredita un pedazo destacado de historia Argentina, con el testimonio de luchas y enfrentamientos contra prácticamente todas las pretendidas dominaciones imperialistas de distinto signo y especie que asolaron la América del Sur y la tenaz, cojonuda y heroica resistencia de los patriotas que defendieron la soberanía nacional.

                        Sin la relevancia histórica de los episodios de la Vuelta de Obligado, sus tierras cobijan testimonios que se nutren desde el inicio en las armas del almirante irlandés  Guillermo Brown, naturalizado argentino, consagrado al servicio naval, a su patria de adopción y padre de la Armada Argentina; las luchas contra tropas inglesas, francesas, españolas y brasileñas que se distribuyeron hegemonías en el lugar en distintos tiempos; el confinamiento de presidentes constitucionales impuesto por regímenes de facto, como fueron las estadías de Hipólito Irigoyen, Marcelo Torcuato de Alvear, Juan Domingo Perón y Arturo Frondizi y hasta la asistencia y tutela del poeta nicaraguense Rubén Darío.

                        Lazareto y cuarentenario preventivo para inmigrantes, alojó una base de la Armada Argentina hasta el acuerdo del Rió de La Plata, firmado con la República Oriental del Uruguay por Juan Domingo Perón, en su última presidencia, instrumento internacional que reconoce definitivamente la soberanía Argentina sobre la isla, con el compromiso de mantener exclusivamente una Reserva Natural.

La Armada había establecido una escuela de Marinería, hospital y albergues para población militar y civil, pero tuvo que abandonar las instalaciones al transformarse en una Reserva.

                        Frente a las costas del Uruguay, prácticamente integrando su geografía natural, alejada a una considerable distancia de nuestras líneas continentales (25 Km) solamente la tradición guerrera patriótica y la obstinada defensa y compromiso de los criollos, explican el reconocimiento de la soberanía nacional en la isla.

                        Ha sido un enclave estratégico para ingresar y progresar en el Río de La Plata interior y en los ríos Paraná y Uruguay, camino ineludible para acceder a los puertos de ambos países y los cursos superiores de dichas vías fluviales.

                        Con un aeropuerto muy utilizado por la aviación civil es una invitación a un baño de argentinidad que testimonia la historia de las luchas, empeño, empecinamiento, obstinación y  heroicidad de los criollos,  en disputas bajo condiciones absolutamente desfavorables.

                        Con escasos medios y en notable inferioridad numérica la resistencia, aún en las derrotas, siempre fue reconocida y admirada por el circunstancial invasor.

                        Las guías tiñen sus exposiciones con emoción y recogimiento y brindan un panorama que conmueve al mas pintado con las historias de entrega, valor, coraje y persistente vocación en la defensa de la integridad territorial.

                        La caminata orilla las casas donde los presidentes fueran alojados y las memorias de época, pintadas por el aire colonial del contexto, transportan al ocasional visitante a distintos momentos históricos de la vida política institucional del país.

                        También recibió cuidados médicos el poeta Rubén Darió y su estadía arroja imaginación y versos al caminante.

                        Cada uno de los personajes indicados constituye un trozo trascendente de nuestra evolución y las anécdotas impregnan el ambiente ante el silencio impactante de los asombrados escuchas.

                        Un dato significativo es que no existe la propiedad privada en la Isla. Todos los bienes inmuebles son del Estado y para instalarse con algún proyecto o emprendimiento, los particulares tienen  que pedir autorización a la Provincia de Buenos Aires que registra la Jurisdicción en el lugar.

                        Se presenta la propuesta ante las autoridades y si se logra la aprobaciòn del emprendimiento, también se recibe una vivienda con la lógica contraprestaciòn del pago de un canon por la explotación de la concesión aprobada.

                        La visita es una experirencia conmovedora para tomar contacto personal con un espacio que fue testigo de conductas heroicas y que acogió a Presidentes en circunstancias políticas desfavorables.

                        Se mantienen los restos de un penal que supo recibir presidiarios, con la increíble, pero natural lógica de haber sido  armados para sostener la defensa del lugar, la soberanía nacional y combatir al invasor.

                        La República Oriental del Uruguay no pudo resistir semejante historia y a pesar que sus costas se enfrentan con la isla, con la separación del río de unos 2 km, entre ambas orillas, con el Tratado del Río de La Plata reconoció la soberanía Argentina en la Isla.

                        La guarnición de la Armada Argentina tuvo que levantarse como condición inexcusable del Acuerdo del Río de La Plata, lo que generó el retiro de mucha población civil y la limitación de la presencia actual en la Isla.

                        Es muy recomendable acometer la empresa de caminar el terreno para entender un pedazo notable de nuestra historia y la voluntad inquebrantable de los criollos.

                        Los aires presidenciales le brindan un encanto especial y reconfortan el espíritu en tiempos turbulentos.

                        Es un convite a la emoción y a lo mejor de nuestra gente.