EL PASADO NO TIENE FUTURO

Cristina ha lanzado su defensa política por la causa penal en la cual acaba de recibir la grave acusación fiscal, dejando la defensa jurídica a cargo de su letrado particular – Carlos Beraldi – quién será el responsable  de todas las cuestiones técnicas, ausentes en el discurso militante.

Alberto, solícito y emprendedor se entrega a los medios hegemónicos y acude presto a T.N. para declarar la solidaridad más extrema con la apenada compañera.

Esta vez, cuestión estratégica de por medio, no fueron solicitados los expositores mediáticos  afines ( C5N; El Destape), y privó la imperiosa necesidad de halagar a la mentora.

En dicho camino, una vez más, fue víctima de la improvisación y el descuido al expresar: “Hasta acá, lo que le pasó a Nisman es que se suicidó, hasta acá no le paso otra cosa. Yo espero que no haga algo así el Fiscal Luciani”.

En el mismo camino, el juez ultra Kirchnerista Juan Ramos Padilla había expuesto, respecto al Fiscal Luciani: “Que le pongan un psicólogo para que no se suicide”.

La manipulación de la mentira es de tal magnitud que la realidad es totalmente lo contrario.

Lo que no pudo probarse precisamente es que Nisman se hubiera suicidado, muy a pesar de la perturbación probatoria y la invasión masiva de la escena del crimen.

En torno a la muerte de Alberto Nisman, la causa penal se encuentra en pleno trámite. La Cámara Federal porteña señaló  que el Fiscal fue asesinado en el marco de sus funciones y tiene a cinco personas procesadas.

El principal encartado es Diego Lagomarsino, el técnico informático acusado de partícipe necesario porque su arma se uso en el crimen y el resto son los cuatro custodios que debían proteger a la infortunada víctima ese fin de semana, todos ellos implicados en encubrimiento del homicidio e incumplimiento de los deberes de funcionario público.

La instrucción trabaja sobre la profundización de las comunicaciones telefónicas del fin de semana, la masiva convocatoria a agentes de inteligencia para ese sábado y domingo, los análisis de equipos informáticos y el seguimiento en detalle de un incendio ocurrido en la casa rosada en la tarde del 17 de enero, con pérdida de información sensible.

La pericia realizada por Gendarmería Nacional determinó un homicidio con hora exacta y para los detalles técnicos basta con analizar las exposiciones brindadas por los profesionales en el documental de Netflix sobre la muerte de Nisman, el cotejo con las conclusiones de los expertos y el fármaco encontrado en la sangre del occiso.

Los análisis clínicos hallaron rastros de Ketamina. La droga es especialmente utilizada con fines delictivos. Es un factor químico de sumisión, con efectos anestésicos generales que altera la conciencia, inhibe la voluntad y somete al individuo.

El avance de la investigación penal desnuda la falsedad del argumento presidencial y la desfachatez del abogado y profesor de Derecho para emprender con liviana imprudencia juicios respecto a las constancias de un expediente que contrastan en forma flagrante con certezas y conclusiones periciales obrantes en la causa.

Es la desesperación por complacer la que lo lleva por caminos absurdos y patéticos al delegado presidencial.

Mientras tanto Cristina compromete a la totalidad del peronismo en su gesta liberadora, encerrando a sus dirigentes en una emboscada sin alternativas.

Se estanca en sus años anteriores de gobierno, con total desinterés de los resultados y realidad actual, como si las circunstancias del presente fueran obra y consecuencia de una gestión ajena y extraña.

Discurre para sus acólitos e incondicionales y espanta todo signo de moderación e independencia.

Todo ello conjugado con el ajuste encarado por el superministro, en el cual precios, tarifas e inflación confluyen para escaldar al más pintado.

 La apelación al pasado es un recurso emocional para enfervorizar a los adherentes.

Es un lenguaje y visión uniforme, destinada a sus fieles y que espanta a los que no profesan la fe incondicional y la liturgia adherente sin condiciones.

La única bandera es el apego a tiempos mejores, sin destino en el presente y mucho menos porvenir en el futuro.

El Presidente desliza afirmaciones temerarias, falta a la verdad en forma grosera, se transfigura en aras de complacer y la Vice Presidenta baila enfervorizada en el balcón, en una danza patética que simboliza un tiempo que se agota.

Ambos construyen una realidad para minorías y son exponentes consagrados de un pasado que deberá quedar sepultado en los recuerdos por un nuevo tiempo en el que resulta imperioso construir alternativas y otras oportunidades.

Nos merecemos algo distinto.